La pedagogía Freinet en la educación infantil

María Trinidad Crespo Álvarez

En el mundo de la enseñanza y en relación con la Educación Infantil se habla con frecuencia de: "organización por rincones", "rincones de actividad", "metodología por rincones", "talleres", "talleres integrales", etc.; pocas veces de "la pedagogía Freinet", "las técnicas Freinet en el parvulario", "la organización de la clase por talleres según Freinet", etc.

Autores, publicaciones, docentes... se olvidan a menudo del creador de la pedagogía en el seno de la Escuela Moderna, sucesora de "la asamblea" para el trabajo del "grupo de clase" o "grupo medic", cayendo así en una de las limitaciones del método (el mal uso de las técnicas Freinet o el término medio consistente en aplicar pequeñas recetas).

Parece interesante, como en situaciones análogas, beber en las fuentes, si se quiere asumir en su verdadera dimensión un modelo tan importante para la primera etapa educativa.

Centro Freinet Prometeo
Ilustración de Javier Olivares

La Escuela Moderna de nuestro siglo propone:

– La escuela debe modernizarse (instrumentos, técnicas y métodos) para que funcione.
– La escuela debe ir al encuentro de la vida y adaptarse al mundo del presente y del futuro.
– La democratización de la enseñanza.
– El tanteo experimental es la base de los métodos naturales, y precede a las leyes y las reglas.

Respondiendo a estos planteamientos, las técnicas Freinet en el parvulario atienden a:
– La necesidad de seguridad del niño.
– La necesidad de actividad infantil.
– El paso fácil del juego al trabajo.
– La participación creciente en la responsabilidad.

Celestín Freinet fue un hombre apremiado por la enfermedad, que se instala en 1920 en Bar-Sur-Loup como maestro en una escuela de la alta Provenza. Gravemente herido en el pulmón durante la guerra, Freinet no puede hablar largo tiempo, lo cual dificultó su labor en el aula.
Lee a los pedagogos e ideólogos del momento, pero es en contacto con la realidad escolar cuando se desencadenan en él serias dudas en cuanto a la eficacia de las técnicas pedagógicas tradicionales. Paralelamente, y como autodidacta, pasa con éxito la licenciatura de letras y Pedagogía, pero se obstina y decide ser Maestro de Primaria durante toda su vida.

En la primera época introduce innovaciones en su clase: paseos y visitas a los artesanos locales, talleres en clase de tejido y carpintería... El trabajo intelectual en su escuela pierde poco a poco exclusividad en beneficio de una síntesis más rica entre trabajo intelectual y trabajo manual. En palabras de su compañera y fiel colaboradora Elise Freinet: "La escuela estaba abierta a la vida".

Colabora en revistas de vanguardia y crea una cooperativa local de producción y consumo, ganándose la simpatía de las gentes. A la vez, va tomando La pedagogía conciencia de la dependencia de la escuela con respecto al medio que la condiciona. Para Freinet, la búsqueda pedagógica llega a ser entonces inseparable de las condiciones objetivas, a través de las cuales se enriquece la escuela, es decir, la salud psicológica, fisiológica y moral de sus niños, ligadas a las mejoras en cuanto a las condiciones del trabajo de los maestros.

El descubrimiento de la imprenta como útil pedagógico inicia una revolución escolar que no cesará de desarrollarse. Comprende que él tiene que aprender de los que aprenden, igual que la escuela tiene que impregnarse del tejido social que la rodea, para modificarlo. Responsable sindical de la Federación de Enseñantes colabora en L’École Emancipée . Es en esta época cuando surge el núcleo militante de lo que llegaría a ser la CEL (Coopérative d’Enseignement Laïque), que desarrollaría luego el Movimiento Freinet.

Los primeros contactos entre maestros hacen nacer la idea de los intercambios escolares, de donde surge "la correspondencia". "La Gerbe", diario de niños, escrito por los niños, se apunta a estas primeras iniciativas y multiplica el Movimiento, que comienza a extenderse al extranjero.

En 1928 Freinet cambia Bar-Sur-Loup por Saint-Paul de Vence. El movimiento, que cuenta ya con un centenar de personas, deja entera libertad política a sus miembros y lucha por una pedagogía popular. Mientras, se produce un enfrentamiento entre las autoridades políticas y religiosas frente a la escuela de Freinet, que será desplazado y deberá construirse su propia escuela, abierta con prioridad a los hijos de obreros. En estos años participa en el Frente Popular de una manera crítica, siendo un período en el que la lucha pedagógica y social van unidas.

La guerra conduce a Freinet al campo de concentración de Vichy, donde escribe muchas de sus obras. Sus obras más importantes son: La educación por el trabajo, El tanteo experimental, Ensayo de psicología sensible, Por una escuela del pueblo, Hacia una pedagogía del siglo XX, Las invariantes pedagógicas, Enfermedades escolares, La formación de la infancia y de la juventud, La educación moral y cívica, El texto libre. Y otras conjuntamente con Elise Freinet o R. Salengros (Nacimiento de una pedagogía popular, p.e.).

Tras su liberación del campo de Vichy participa en la Resistencia. Muere en 1966. El Movimiento con su nombre se extendió desde entonces por varios países y cuenta con miles de seguidores. En España, y durante nuestra triste Guerra Civil, surge la Escuela Proletaria, como aplicación de las teorías de Freinet, en Aragón y Cataluña. En la actualidad siguen la metodología de Freinet de forma más o menos fiel y acertada un buen número de maestros, si bien no se ha generalizado. En cambio sí se han extendido, como decía al principio, pequeñas recetas del contenido pedagógico que nos legó.

María Trinidad Crespo Álvarez
Inspectora de Educación Jubilada. Ponferrada

Celestín Freinet crea toda una doctrina educativa, tomando como punto de partida sus importantes invariantes pedagógicas. Las invariantes pedagógicas, en número de treinta (en realidad son treinta y dos, porque la número diez es triple), se organizan en tres grupos: las tres primeras se refieren a la naturaleza de las reacciones del niño; desde la cuarta hasta la diez, inclusive, analizan las reacciones del niño. Finalmente, las comprendidas desde la once a la treinta, se dedican a las técnicas educativas.

En el primer grupo se establece que el niño es de la misma naturaleza que el adulto y cómo su comportamiento escolar depende de su estado fisiológico, orgánico y constitucional. Las invariantes del segundo grupo, encadenadas maravillosamente de forma que cada una deriva de las precedentes y condiciona las posteriores, rechazan tanto el autoritarismo como la pretensión de alinear al alumno; en paralelo, defienden su derecho a elegir un trabajo motivador, huyendo de rutinas y fracasos inhibidores.

En el tercer grupo se establecen las condiciones básicas para el desarrollo de técnicas educativas. Freinet subordina la memoria y la inteligencia (especialmente la de tipo abstracto, tan cultivada en el medio escolar) a la experiencia y el tanteo experimental (no la observación, explicación y demostración tradicionales en la escuela), ya que considera a este último la vía natural para la adquisición del conocimiento. Aun reconociendo el valor del orden y de la disciplina, rechaza el control y la sanción (con inclusión de los castigos), porque ofenden a la dignidad y solamente dentro de la dignidad es posible la educación. Igualmente rechaza las notas y las clasificaciones.

Defiende el trabajo individual y el que se realiza en equipo, que considera superiores al “gregario”, realizado en monstruosos complejos escolares. Estima que la democracia en la escuela prepara ciudadanos demócratas para el día de mañana y concluye en su doctrina con la esperanza optimista en la vida, para justificar todos los tanteos y la acción educativa. Derivando de la teoría definida en las invariantes pedagógicas, y ya orientándose hacia el ámbito de la práctica, idea una metodología y unas técnicas. 

Destaca varios aspectos importantes en el hacer metodológico:
– la organización de la clase: los talleres;
– la vida cooperativa;
– la organización del tiempo;
– la parte de ayuda: el papel del maestro.

Las técnicas principales propugnadas por Freinet son:
– el texto libre;
– la correspondencia interescolar;
– la imprenta.

La organización de la clases


Si queremos que el espacio escolar sirva al niño, es necesario que éste adquiera pronto el hábito mental de poseer la escuela, no de ser un huésped de la misma. Al organizar el espacio se ha de tener en cuenta su necesidad de seguridad y de actividad, de espacios abiertos y cerrados, de contactar con la naturaleza y con el mundo social en el que vive. Propone como organización óptima los talleres, a modo de lugares o rincones en la clase (o fuera de ella) donde el niño encuentra al alcance de su mano los diversos materiales para el juego-trabajo con autonomía, con unas consignas que los propios niños se irán marcando. Ideados, en principio, por el maestro, progresivamente serán los alumnos quienes los propongan, aporten materiales o realicen proyectos. No son un fin en sí mismos, sino un medio para realizar un proyecto individual o colectivo.

Los talleres permiten a los pequeños escoger actividades y materiales, situarse en grupo y relacionarse con los demás. Respetan sus deseos y facilitan la evolución de la clase en función de su propia evolución. Pueden ser: fijos en el espacio o sin lugar fijo, permanentes u ocasionales, espontáneos, creativos, etc. Entre lo más frecuentes podemos citar: taller de juego simbólico, de expresión gráfica o plástica, de construcciones, de participación en el trabajo de los adultos, de aprendizaje social (de lectoescritura con libros de imágenes, el libro de la vida, el material de impresión; de cocina, telares, de disfraces...), etc. Es indispensable un rincón para aislarse, estar tranquilo o mirar un libro. En cualquier caso un taller no puede convertirse en un sitio sin vida; nunca un rincón para nada. Se solucionará motivando a partir de experiencias vividas: la correspondencia, una visita, un paseo...

La vida cooperativa


Se inicia como una entrada en el grupo, para repartir tareas o con ocasión de un conflicto. Pasa por varias fases: 1. toma de conciencia de la vida del grupo (socialización); 2. las reglas de vida (pequeñas leyes), espontáneas o artificiales, que llevan a las reglas de la clase; 3. distribución de responsabilidades (primero de materiales y después sobre la vida del aula); 4. la práctica de ayuda; 5. los proyectos comunes o colectivos o planes de trabajo (general, anuales, semanales, cotidianos). En esta última fase se incluye “le bilan” (el
balance o la asamblea) con objetivos como reunirse para hablar, respetar a los demás, saber dialogar y escuchar, solucionar problemas, aprender a decidir, aceptar otras opciones... Se complementa con el cartel-registro y la ayuda del maestro.

La organización del tiempo


La jornada se desarrolla mediante alternancias: momentos de talleres y de trabajo individual o de grupo; pero se mantienen dos momentos fijos: al comenzar el día, la asamblea, llena de proyectos, comunicación de deseos, experiencias, sueños... con petición de colaboraciones, etc. Y el balance al finalizar la jornada.

La parte de ayuda


El maestro planifica, prepara, participa, propone o canaliza actividades, motiva, globaliza... Está relacionada con la actitud del docente y el clima que sepa crear en la clase. En cuanto a las técnicas, poco se ha de explicar del texto libre, que ha de ser auténticamente libre, motivado y no marginal al trabajo escolar. La correspondencia escolar (en la etapa de Educación Infantil, se realiza con la ayuda de la educadora) propicia: la comunicación, la expresión, afectividad, apertura, intercambio, ampliación de conocimientos, socialización, afianzamiento de la personalidad, etc. La imprenta, técnica apropiada para la lectura y la escritura supone una actividad lúdica muy motivadora, implica la ordenación del trabajo en grupo cooperativo y permite la reproducción de los textos en el número deseado.

La pedagogía de Freinet, en su mayor parte, es muy adecuada para llevar a la práctica en la Educación Infantil. Pero, evidentemente, está sujeta a varios tipos de limitaciones: los límites personales (cansancio, el tiempo, falta de preparación...) y el mal uso de las técnicas Freinet (situaciones admitidas, situaciones peligrosas como el rechazo o el término medio con pequeñas recetas, o la postura ante el dualismo de tradición o vida). Existe una amplia bibliografía (libros y revistas), en varios idiomas, que ayudan a la buena comprensión de Freinet, un pedagogo comprometido, con auténtica vocación docente.

Mª Trinidad Crespo Álvarez
Cuadernos de Educación 1
http://redes-cepalcala.org/inspector/DOCUMENTOS%20Y%20LIBROS/AUTORES/FREINET-EI.pdf